17 abril, 2012

Yoga

He invertido gran parte de mi vida en aprender a tolerar cosas que no me gustan. Hoy día creo que podría tener una novia que no me guste, un trabajo que no me guste, una casa que no me guste y, así y todo, ser feliz.
Eso lo decía como un chiste. Un chiste que casi nadie entendía. A Natalia le dio lástima cuando lo oyó, pero sonrió igual.
–Por eso –añadió Rodolfo devolviendo la sonrisa–, si el análisis me da para el orto, va a estar todo bien igual.
–Listo –dijo Natalia, y le dio un algodón mojado en alcohol–. Apretá fuerte.
Luego vació la jeringa en un tubo de ensayo, tiró la aguja hipodérmica en un contenedor especial; el resto (jeringa, sangre adosada que comenzaría a coagularse) al tacho de basura (jeringas, algodones, y más sangre que se iría mezclando con más sangre a lo largo del día).