Hoy veía en la tele a esa gente,
para la que todo afuera es un abismo.
Se la pasan hablando de trepar,
pero solo piensan en construir
tapiales.
Entonces me puse a pensar en zombies,
porque el zombie es el otro.
No tiene raza, religión ni
color
solo hambre, un hambre voraz de
nosotros.
Si se juntan, entonces se arma,
pero de a uno: son torpes, previsibles,
y dan pena.
Quien ha visto, y yo he visto muchas,
películas de zombies,
entiende que el peligro,
son los hombres.
Y quien ha escuchado a Michael Jackson,
también sabe,
que con un poco de buena música,
los zombies pueden ser
excelentes bailarines.