25 enero, 2010
Allá a lo lejos, aquí tan cerca
03 enero, 2010
El tiempo del lobo
Llegó el
tiempo del lobo. Sólo pienso en coger. Sólo
pienso en matar. Morir
salvaje.
Nos están
cazando. Las ciudades fueron devoradas. Sólo uno cada cien
aun
sobrevive. Es mejor andar solo. El fuego, un lujo, muy peligroso. Hay
que aprovechar la sangre brotando caliente, dulce manantial de vida.
De a poco
vamos olvidando las palabras, ya nadie confía.
Comienza a
correr cuando me descubre al acecho. Es apenas una niña,
cosa fácil.
Al ser atrapada no grita, no tiene miedo, guarda sus fuerzas para la
lucha. Lo más rápido es quebrarle el cuello, sin
embargo, observo
pasmado, la estoy abrazando. Sus se uñas se clavan en mi
rostro.
Pienso en romper sus muñecas. Hago presión en sus
manos, frágiles,
las aparto. No comprendo qué pasa, maldito instinto. Saco el cuchillo
y, presa de un reflejo involuntario, corto un pedazo de queso de mi
morral. Le pregunto si tiene hambre. Se lleva un trozo de queso a la
boca mientras tiembla.
Le entrego
mi saco y me voy, no puedo dejarme caer en la tentación de
seguir
cuidándola.