Las camas
sudadas con sangre de res, de gallina, de nostalgia.
La brasa de los
cigarrillos, solitarias, sin rumbo, iluminando noches interminables
como galaxias.
La ceniza
olvidada en el piso, que es el futuro y el pasado.
La sonrisa, la
carcajada, el llanto y el grito que nadie oye.
El perfume, que
sólo engaña a los niños, y yace
enterrado en la inocencia de los
grandes.
Y esos seres
casi de fantasía, indiferentes como dioses, que dan la vida,
y la
pierden al bajar del escenario.
5 comentarios:
Sublime.
El levante era un antiguo prostíbulo del barrio de pichincha, en Rosario.
Hoy en el mismo lugar hay un bar donde tocan bandas, hay milonga y muchas cosas más: http://www.ellevante.org.ar/
Gracias por el comentario, unServidor!
Y como todos sabemos, unas horas después del levante viene el poniente...
;)
uhh pichincha!!!, pensar q pichon riviere le daba clases a las señoritas de buenas costumbres, y a cambio madame safo pagaba sus estudios...besos
Muy buen dato ese, Pato! Besos.
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