25 noviembre, 2009

El levante

Las camas sudadas con sangre de res, de gallina, de nostalgia.
La brasa de los cigarrillos, solitarias, sin rumbo, iluminando noches interminables como galaxias.
La ceniza olvidada en el piso, que es el futuro y el pasado.
La sonrisa, la carcajada, el llanto y el grito que nadie oye.
El perfume, que sólo engaña a los niños, y yace enterrado en la inocencia de los grandes.
Y esos seres casi de fantasía, indiferentes como dioses, que dan la vida, y la pierden al bajar del escenario.

5 comentarios:

unServidor dijo...

Sublime.

Nicolás Aimetti dijo...

El levante era un antiguo prostíbulo del barrio de pichincha, en Rosario.
Hoy en el mismo lugar hay un bar donde tocan bandas, hay milonga y muchas cosas más: http://www.ellevante.org.ar/
Gracias por el comentario, unServidor!

unServidor dijo...

Y como todos sabemos, unas horas después del levante viene el poniente...
;)

escuchando palabras dijo...

uhh pichincha!!!, pensar q pichon riviere le daba clases a las señoritas de buenas costumbres, y a cambio madame safo pagaba sus estudios...besos

Nicolás Aimetti dijo...

Muy buen dato ese, Pato! Besos.