03 enero, 2010

El tiempo del lobo

Llegó el tiempo del lobo. Sólo pienso en coger. Sólo pienso en matar. Morir salvaje.
Nos están cazando. Las ciudades fueron devoradas. Sólo uno cada cien aun sobrevive. Es mejor andar solo. El fuego, un lujo, muy peligroso. Hay que aprovechar la sangre brotando caliente, dulce manantial de vida.
De a poco vamos olvidando las palabras, ya nadie confía.
Comienza a correr cuando me descubre al acecho. Es apenas una niña, cosa fácil. Al ser atrapada no grita, no tiene miedo, guarda sus fuerzas para la lucha. Lo más rápido es quebrarle el cuello, sin embargo, observo pasmado, la estoy abrazando. Sus se uñas se clavan en mi rostro. Pienso en romper sus muñecas. Hago presión en sus manos, frágiles, las aparto. No comprendo qué pasa, maldito instinto. Saco el cuchillo y, presa de un reflejo involuntario, corto un pedazo de queso de mi morral. Le pregunto si tiene hambre. Se lleva un trozo de queso a la boca mientras tiembla.
Le entrego mi saco y me voy, no puedo dejarme caer en la tentación de seguir cuidándola.

24 comentarios:

MariaCe dijo...

Eso, también es instinto puro, para algunos.

Muy tierno, muy bello.

Saludos.

El Gaucho Santillán dijo...

Que bueno, Nicolàs. Un lujo de sencillez y eficacia.

Saludos

escuchando palabras dijo...

uh...cuanto q decis...sabes a mi me remite a esto de la liquidez del amor...los nuevos vinculos...donde todo es posible pero nada se concreta...barbaro nico besitos

Natalia Massei dijo...

El texto me parece genial, ya te lo había dicho. Me encanta cómo generás una tensión que avanza hacia un final impredecible, y además me gusta cómo queda desestructurado el lugar común de la tentación. Besos!

Nicolás Aimetti dijo...

Gracias por el comentario, MaríaCe, me quedo tranquilo de que se entendió la idea, que es lo que justifica un cuento así.

Nicolás Aimetti dijo...

Últimamente me da por sintetizar al mango, dejar a la historia lo más desnuda posible, el mínimo de ropaje necesario. Debe tener que ver con el calor que está haciendo en Rosario.
Saludos y gracias, Gaucho!

Nicolás Aimetti dijo...

Me gusta tu interpretación, Pato, la verdad que está bueno explorar la historia por ese lado. Besos.

Nicolás Aimetti dijo...

Está bueno lo de poder generar tensión. A mi me pasa que cuando escribo, dado que conozco el final (a veces, en este caso sí), nunca estoy seguro, o mejor dicho, no puedo probar el resultado de lo que escribo. Es como que conozco los ingredientes, pero no puedo sentirles el gusto, al menos no en el momento en que lo estoy escribiendo. Un beso, Na.

Anónimo dijo...

Buena imaginación hay en estas letras.

Un placer leerte.

unServidor dijo...

Benditos los que expresan su poder sin más violencia que cuidando al otro.

Pablo dijo...

Me gusta mucho lo que escribís loco...
Si querés pasá por www.naturaldelima.blogspot.com

Nicolás Aimetti dijo...

Gracias, Salvador! Estoy buceando en tu blog.

Nicolás Aimetti dijo...

Así sea, unServidor.

Nicolás Aimetti dijo...

Gracias, Pablo!
Hoy o mañana paso por tu blog. Esta semana estuve con muy corto de tiempo ( recién hoy me pude poner a contestar los comentarios, soy medio colgado igual, me tomo mi tiempo, pero siempre respondo, o casi).

El Gaucho Santillán dijo...

Nicolas, quiero entrar en Lunes otra vez, pero no abre. Se le rompiò el blos, a tu amiga??

Saludos

Nicolás Aimetti dijo...

Hola, Gaucho. Algo raro está pasando con ese blog. Recién lo probé, y por lo que veo, no está funcionando ni para Internet Explorer ni para Opera. Con Firefox anda bien. Ni idea que estará pasando, me voy a poner en contacto con ella para avisarle, y ver que puede haber pasado.
Gracias por avisar!

el Tomi dijo...

Me voy a arriesgar a hacer un juego de palabras para dejarle mi interpretación de lo leído...lobito rojo y caperuza feroz. Y digo que me estoy arriesgando porque en esta nueva década recién comenzada la conducta de ambos personajes podría estar incluso muchísimo mas trastocada, con lo que, el pretendido juego de palabras, hasta podría resultar una verdadera puerilidad.
Muy bueno, cómplice.

Nicolás Aimetti dijo...

Lobito rojo y caperuza feroz: calza bien el juego de palabras.
Y el riesgo de la puerilidad es un riesgo que bien vale correr, ya que en estos días lo feroz no siempre quita la inocencia.
Gracias, Tomi!

francisco pavanetto dijo...

ha, yo pense que se la iba a manducar gratinada, foo, desilucion.
je.
abrazo.

Nicolás Aimetti dijo...

Jajaja. Ese es el final alternativo, lo van a incluir cuando salga el DVD.
Abrazo, Francho.

lanochedemedianoche dijo...

Las letras mandan, que se puede decir relato corto, muy bueno.

Saludos

Nicolás Aimetti dijo...

Que las letras manden (mensajes, afectos, reclamos, sueños, ilusiones), pero que por favor no impongan nada.

Gracias por el comentario, María del Rosario!

ABVIII dijo...

Si la intención era generar tensión, bien logrado. Sorprendentemente grato el final. :) Me encantan los mínimos, Nico. Besos (tu cuñada)

Nicolás Aimetti dijo...

Esa era la idea, Agus.
Me alegro que te haya gustado, besos.